Segunda Versión
EL BUENÓMETRO Y LA OPCIÓN DE SER BUENO
Gran parte de mi vida la he dedicado a construir un micro espacio donde pueda disfrutar con una colectividad de personas amigas.
Ha sido mi propósito crear un espacio convivencial que sirva de modelo. Creo en el poder del buen ejemplo.
El adjetivo bueno hace la precisión necesaria y por eso al hablar sobre el tipo de personas con las que deseo compartir asumo dicho adjetivo.
Me gusta la gente buena. El padre bueno, la madre buena, el hijo bueno, la hija buena, la amiga buena, el amigo bueno, el maestro bueno, la maestra buena, el profesional bueno, la profesional buena, la vecina buena, el vecino bueno, el compañero bueno, la compañera buena, la hermana buena, el hermano bueno, el funcionario bueno, la funcionaria buena, y así, en todo.
Cómo saber si una persona es buena? Se requiere de indicadores. Deberíamos tener un BUENÓMETRO. Así podríamos saber que tan buena es una persona. Pareciera como si existiera el MALÓMETRO Y da la sensación que cada quien anda con lo que miden el grado de maldad que hay en cada ser humano.
Desde mí busco construir el BUENOMETRO. Tengo claro todo lo bueno que puedo hacer con gente buena. Descubrir los grados de bondad en una persona requiere de tiempo, inteligencia y sensibilidad humana. Hay que emplear a fondo los sentidos para percibir el estado de bondad en cada persona.
Escribo estas notas para invitar a las personas con las que tengo contacto a que me den sugerencias de cosas que debemos incluir en el BUENOMETRO. Podría ser una especie de formulario que deberíamos llenar y verificar con ejemplos vivos las respuestas.
Y cuando hablo de bueno o buena es en la acepción de bondad, de obrar en pro del disfrute intenso de la vida propia y de estímulo a las demás personas.
Se hace urgente crear un ambiente humano de personas buenas. Las personas buenas actúan y piensan con justicia. Y la justicia emplea el criterio de proporcionalidad. A cada quien en proporción a lo bueno que aporta a su crecimiento y al de los demás. Practica el bien y se asume en función del Bien Común.
Mi enfoque respecto a la creación de ambientes humanos de personas buenas se fundamenta en la idea de que el actuar, el sentir y el pensar de las personas buenas trascienden.
Mi pensar, mi sentir y mi actuar como persona buena sirven al bienestar de otros seres humanos. Quienes optamos por ser personas buenas, nos buscamos y nos unimos por y para el bien. Mi finalidad es sentirme bien como consecuencia del compartir con personas buenas y de bien.
Soy bueno, y busco a personas buenas para que juntos construyamos múltiples comunidades de gente buena.
Mi valor como persona está determinado por mi buen pensar, mi buen sentir y mi buen actuar.
Sé que hay personas que piensan, sienten y actúan por su bien y el bien de los demás. Y ese estilo de comportamiento es bueno. Mas yo pienso, siento y actúo en pro de ser bueno y contribuir a que seamos buenos. Si soy bueno, practico el bien, pero no todo el que hace el bien es necesariamente bueno.
Puede hacerse el bien como estrategia para brillar como bondadoso, para posicionarse política y económicamente como gente influyente.
Como soy bueno me dedico hacer el bien, a hacer cosas buenas en compañía de otras personas buenas.
Las personas buenas nos juntamos y accionamos en común y cada persona buena en particular es un reflejo de la bondad que vive su comunidad de gente buena.
Si me asumo como bueno me congrego con otras personas buenas y constituimos una fuente generadora de buenas personas.
Damos crédito de Buena Persona a aquella que aporta a que su comunidad de gente buena se mantenga siendo buena.
Las personas buenas valoran como bueno el vivir en comunidad y se sustentan en su fuente, de modo que lo bueno lo llevan dentro.
Ser bueno es una opción de vida. Debemos inducir al razonamiento a favor de hacer opción por ser personas buenas. Eso requiere del Poder del Ejemplo que el mejor de los argumentos.
Las comunidades de personas buenas viven y disfrutan la vida. Cada encuentro es alegría, satisfacción y felicidad.
Las comunidades de personas buenas son testimoniales de esa opción de vida. Son fuentes generadoras de riquezas, afectos, inteligencias múltiples y bienestar en sentido holístico.
En las comunidades de personas buenas siempre hay espacio para intercambiar ideas a favor de lo bueno en cualquier ámbito de la vida.
Las comunidades de personas buenas se ocupan de su plan de vida y no se dejan distraer de las actuaciones de las coaliciones malignas. Las coaliciones malignas no trascienden. Sus propósitos no van más allá de intentar entorpecer a quienes han hecho opción por ser gente buena.
Varias personas que se han desempeñado en condición de líderes en el mundo han dado indicios de transitar por el camino del bien, no han podido hacer la opción por ser buenos. Se han dejado influenciar de las coaliciones malignas que coyunturalmente hegemonizan. Se dedican a combatir "el mal" ignorando que son esas coaliciones malignas las que se dedican a combatir a quienes se les ve en actitud de hacer opción por ser buenos.
Las comunidades de personas buenas enfatizan en hacer obras duraderas y útiles para la convivencia humana y de óptima calidad.
Para las coaliciones malignas impera el mercado y los mercaderes y para las comunidades de personas buenas lo que se refuerza es la buena relación entre las personas y el poder sanador, sostenible y rentable de las relaciones humanas y de calidad.
Las personas buenas se concentran en saber con quienes cuentan para propiciar el bienestar; y las coaliciones malignas se dedican a informarse con cuántos recursos cuentan para afectar a los demás. Al seguir con ese propósito las coaliciones del mal concluyen hundidas en sus propias malignidades.
Las personas buenas son atrayentes, sus modos de vida impactan el presente y el futuro.
Las coaliciones malignas son recordadas por quienes se dejaron influir de ellas.
En la actualidad hay muchas personas que quieren "cosas" buenas y productos de calidad. Lo que debe importar es el ser humano que por su buena calidad, crea cosas buenas y productos de calidad.
Las personas buenas nos inclinamos por apreciar a las personas que hicieron posible una obra buena o producto de calidad.
Las coaliciones del mal hacen producir mercancías de corta duración y baja calidad para que se consuma más, enferme más y contamine más.
Las coaliciones de individuos perversos carecen de sentido en si mismo pues si el planeta se conformara solo de ellos no tendría ningún valor estar en esta tierra.
Soy bueno y seguiré siendo bueno. Continuaré uniéndome a personas buenas. Tenemos motivos suficientes para vivir y disfrutar intensamente.
Agustín Navarro P.
Libre Pensador.
16 de Noviembre, 2009.
Nota: En la década de los 80 escribí sobre el Amórmetro. Hoy escribí sobre el BUENÓMETRO. Luego hablaremos sobre el Gustímetro, el Sentírmetro y daremos detalles relacionados con el desempeño amoroso y el coeficiente y el cuociente amoroso.
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